viernes, 16 de julio de 2010

Hay vampiros de verdad?


"Soy un vampiro. Durante el día duermo en una tumba. La tumba está en un castillo en Transilvania. Transilvania es un país de Europa. Es un país bonito con mucha historia.
Muchas personas piensan que los vampiros somos monstruos. No es verdad. Somos aristocráticos y muy elegantes. Por ejemplo nuestra ropa es de color negro, siempre muy correcta. No usamos ropa de color, sólo negra.
¿Nuestra comida? No comemos ni hamburguesas, ni pollo frito, ni papas fritas. ¡Qué comida más horrible! No tiene vitaminas. Nosotros bebemos la sangre de nuestras víctimas.
La sangre es muy nutritiva. Por esta razón vivimos muchísimos años. Y por eso tenemos dientes largos, fuertes y blancos. Nunca tenemos que visitar al dentista.
La sangre tiene muchas vitaminas. Por eso tenemos ojos que ven en la oscuridad. Vemos perfectamente bien en la oscuridad de la noche.
La sangre no tiene calorías. Es obvio. Los vampiros no somos gordos ¿verdad? Somos flacos. No tenemos que estar a dieta.
Pero los vampiros tienen mala fama. ¡Qué injusto!Dicen que somos feos. ¡Qué absurdo! Somos muy atractivos. Siempre estamos divinamente pálidos. Porque nunca estamos al sol. Yo nunca salgo al sol. Sólo cuando está oscuro, o salgo a la luz de la luna. Prefiero la luna llena.
Dicen que somos crueles. No es verdad. Mis víctimas no sufren. Cuando no visito a mis víctimas, ellas salen en la noche y me llaman. Además, mis víctimas reciben vida eterna. ¿No es maravilloso vivir para siempre?
Muchas personas de California, en los Estados Unidos, vienen a Transilvania. California es el Estado en Estados Unidos donde filman las películas. La ciudad donde filman las películas se llama Hollywood. Los norteamericanos vienen a nuestro país a filmar películas de terror. Filman las películas en castillos antiguos y abandonados. Pero nunca invintan a los vampiros verdaderos a actuar en sus películas. Y en las películas siempre hablan mal de nosotros. Siempre somos los malos.
¿Por qué hablan mal de los vampiros? Mi vida es solitaria pero aristocrática. ¿Por qué tenemos tan mala fama? ¡No es justo! ¡Yo protesto!"





Encontré esta carta en la web mientras buscaba material para el blog y me hizo pensar muchas cosas.
Di con blogs de "vampiros reales" en los foros hay gente diciendo que son vampiros. Y esto me llevó a pensar, más allá de no creerles, habrá vampiros de verdad. Sé porque mi naturaleza lo dice "no existen los vampiros", entonces me pregunto de dónde vienen las leyendas. En un foro me contestaron que si creía en leyendas entonces debería existir el "Hombe de la bolsa" Y por qué no? Tal vez ande por allí llevándose niños y nadie se da por enterado.
Y si existen? Cuántos de nosotros daría su vida por hablar con un vampiro, charla aunque más no sea por msn y preguntarle todo aquello que nos intriga. Y siento que hay muchos que aprovechan eso, imagino todos los "vampiros" que deben conseguir muchas chicas diciendo "soy vampiro". Cuantas jovencitas y no tanto fascinadas por conocer un verdadero vampiro. "Negocio redondo"


Y acá estamos tod@s los que amamos el tema vampírico rompiendo nuestras cabezas pensando que tal vez un día demos con uno de ellos, hasta esperamos encontrar un vampiro en nuestro msn, yo he tenido un par que después de dos o tres días he podido comprobar que sólo son simples mortales, aburridos, mentirosos o totalmente locos.
Sería fácil ser vampiro en nuestro tiempo, no olvidemos a Lestat, fue un cantante de música y si lo pensamos así podrían vivir de noche y dormir de día no? trabajar en alguna fábrica con horario nocturno, pero quién se imagina a un vampiro siendo un simple empleado, no los vampiros deben ser "stars" verdad?
Y ustedes ¿cuántos vampiros se han topado en la net?
¿Creen que los vampiros existen?
Y si hay alguno por allí sincero y de verdad podría darse una vueltita por el blog. Hay muchas chicas que les gustaría conocerlo jajajajaja

Aldhanax Swan.

jueves, 8 de julio de 2010

Una historia de...Vampiros



Vampiro Los vampiros, para mantenerse inmortales, debían alimentarse de sangre humana que conseguían clavando sus afilados dientes en el cuello de sus víctimas para sorberles el preciado líquido de la artéria. Y así una y otra vez, hasta que el infeliz "donante" se iba debilitando hasta fallecer y convertirse, a su vez, en otro vampiro.
Rociarles con agua bendita, colocar crucifijos y ristras de ajos o exponerlos a la luz diurna eran las únicas armas para ahuyentar a estos terribles seres. Pero ¿cuáles fueron los hechos que propiciaron su leyenda?. En este extraordinario documento encontraréis todo lo referente a los vampiros tanto sus adaptaciones literarias, cinematográficas e históricas desde Vlad Tepes y Bram Stoker hasta Bela Lugosi y Tom Cruise.
Felices sueños...

Se podría aducir que los vampiros forman parte del paisaje interior del propio ser humano. Son,sin duda, un arquetipo universal, íntimamente ligado al inconsciente colectivo.

Aparecen bajo formas muy distintas pero casi siempre con una serie de esclofriantes rasgos comunes, en todas las tradiciones culturales de Oriente y Occidente.
No son fantasmas ni ectoplasmas vengativos, sino auténticas alimañas de la noche comparables a murciélagos,ratas,lobos...

Se alimentan de la sangre de los vivos y generalmente su mordedura contagia a la víctima con el mismo síndrome vampírico. Aunque hay una variedad realmente interminable de vampiros, con diferencias peculiares según la región de origen, lo cierto es que casi siempre pertenecen todos al orbe de lo diabólico y demoníaco en sentido estricto. Es decir, a pesar de ser revinientes y no muertos, no se trata de espectros o zombies, sino de criaturas asociadas a la demonología tradicional. Almas perdidas y entregadas a Satán e incluso diablos de orden menor.

En este sentido el vampiro folclórico, que extiende su dominio desde la Antigüa Grecia y el Oriente hasta afincarse en centroeuropa, crisol de culturas que alumbra el Nosferatu, verdadero origen del vampiro moderno, no es sino un pariente próximo a los ogros, djinns, ghoules, devas y lamias de la Antigüedad y las tradiciones más arcanas.

Vampiro Su aspecto físico es generalmente repulsivo y tiene mucho en común con el de diablos, brujas y demonios de orden inferior: labios gruesos, dientes agudos, cráneo calvo y afilado, aliento hediondo...
Una imagen tradicional que el cine sólo ha recogido a través de Nosferatu de Murnau y sus posteriores revisiones. Una imagen que tiene poco que ver con la del vampiro moderno, que a partir de Drácula de Bram Stoker se ha convertido en un icono cultural de importancia más que evidente.

Pero ¿cómo se transformó esta criatura repulsiva y maligna en el elegante ser del mal y la perversidad que fascina y fascinó a lectores de todas las edades y sexos?
El vampiro que nosotros conocemos no es esta criatura perteneciente al bestiaro fantástico. Cuando hablamos de vampiros la imagen que nos viene a la cabeza es muy clara: un hombre alto, elegante, guapo, sofisticado y perverso. Sus atributos no son ya los del viejo Nosferatu sino los opuestos. Naturalmente para mantener su capacidad aterrorizante y diabólica, puede transformarse en algo horrendo cuando quiere.

Bram Stoker Pero su ser natural es la belleza vestida de negro. La capa, el sombrero y quizá una larga cabellera agitada por el viento. Tanto es así que hasta el clásico seminal de Stoker, Drácula, publicado en 1897, ha sido víctima de esta imagen. Cualquier aficionado sabe que el conde vampiro escrito por Bram Stoker dista mucho de ser este dandi de ultratumba que acabamos de evocar.

Ciertamente, el escritor irlandés tiene buena parte de culpa puesto que asoció su vampiro a una recia aristocrácia, la de Vlad Tepes, el voivoda valaco y le otorgó algunas características de sofisticación y elegancia que contribuyeron a la imagen del vampiro moderno.
Pero es fácil olvidar que también Stoker mantuvo numerosas cualidades demoníacas y animales en su personaje.

El vampiro moderno se gesta en pleno Romanticismo y Revolución Industrial.
Cuando se publica en 1819 la novela corta El vampiro de John William Polidori (aunque atribuida al principio a Lord Byron) se pone en marcha lord Ruthven (personaje del relato de su secretario) es más que evidente. Y está claro que Lord Byron, más grande que la propia vida, encarnó a su vez el ideal faústico y luciferino del romanticismo más desatado.

El vampiro moderno es hijo de ese momento y es un personaje demoníaco y elegante que se mueve por salones y fiestas nocturnas. Es hijo de la absenta, el opio y la sífilis. Es hermano del poetastro suicida y del mujeriego depredador, es primo del Heathcliffe de Cumbres borrascosas y de Dorian Gray de Oscar Wilde e ídolo de la perversidad para la imaginación decadente y excesiva de los máximos exponentes de la literatura romántica y posromántica: alemanes como Hoffman o Tieck, franceses como Gautier o Baudelaire, anglosajones como Edgar Allan Poe, Le Fanu, Rymer o Stoker...

Lamia Pocas cosas eran tan turbadoras para la sociedad victoriana como la mujer-vampiro.
Además la vampira (femme fatale) no sólo se alimentaba del hombre, a quien deja exhausto y moribundo, como bien sabe el joven protagonista de la hermosa balada de Goethe, La novia de Corinto de 1797 (que inspirara después algunas de las mejores páginas y visiones cinematográficas de Robbe-Grillet) sino que, mayor de los hororres, puede prescindir de él por completo.

La vampira, desde Joseph Sheridan Le Fanu y su Carmilla, publicada en 1871, tiene un caracter sáfico que contribuye a aumentar su componente amenazador y nocturno.
Un buen puñado de vampiros de toda condición y estilo pueden encontrarse en la antología Vamps. Las chupadoras de sangre que ofrece una galería de hermosas alimañas femeninas desde Gautier hasta Stephen King.

Y es que, si el modelo para el Drácula de Bram Stoker fue Vlad Tepes, mucho más apropiado para la mujer-vampiro es el de la condesa Elizabeth Báthory una hermosa aristócrata carpática del siglo XVI que acostumbraba a bañarse en la sangre de niñas y jóvenes doncellas y que fue motivo de una excelente biografía escrita por Valentine Penrose titulada La condesa sangrienta.

Vlad Tepes Un monstruo que existió
En el siglo XV, los habitantes de Valakia (hoy, una región de Rumanía> vivieron años de terror durante el gobierno del príncipe Vlad Bassarab tambien conocido como Vlad Tepes. Su sed de sangre y su afición a torturar a los lugareños le valió el apodo de Drakul, que significa en rumano diablo. Su extrema crueldad provocó al menos 50.000 muertos. No resulta extraño, pues, que aquel "monstruo" sirviera fuente de inspiración para la leyenda de Drácula, el siniestro conde-vampiro.
El escritor Bram Stoker lo inmortalizó en una novela de fama universal, de la que se han hecho numerosas versiones para el cine y literatura.

Elizabeth Báthory La condesa sangrienta
La aristócrata Elizabeth Báthory pudo haber torturado y asesinado a unas seiscientas muchachas en las lóbregas entrañas del castillo de Csejthe. Mientras sus más fieles esbirros martirizaban a las desdichadas doncellas, la condesa observaba, cayendo, en ocasiones un estado de trance acompañado, dicen, de orgasmos múltiples. Desenmascarada por un tribunal de la Inquisición, fue emparedada viva en el escenario de sus carnicerías.
Valentine Penrose realizó un aterrador estudio histórico sobre el personaje en su libro La condesa sangrienta que lo podéis encontrar en la editorial Siruela dentro de su colección El ojo sin párpado.

Largometrajes más destacados
cartel Nosferatu Muchas han sido las películas realizadas acerca del vampirismo aunque son pocas las que lo han tratado con acierto.
A continuación os mostramos la lista, por orden cronológico, de los films que más nos cautivaron acerca del mundo del vampiro:
# Nosferatu, el vampiro (1922) de F.W.Murnau
# Drácula (1931) de Tod Browning
# La marca del vampiro (1935) de Tod Browning
# La hija de Drácula (1936) de Lambert Hillyer
# Drácula (1958) de Terence Fisher
# La bruja vampiro de Carl Theodor Dreyer
# I vampiri de Ricardo Freda
# Dies Irae de Carl Theodor Dreyer
# Las novias de Drácula (1960) de Terence Fisher
# Kiss of the vampire (1962) de Don Sharp
# M, el vampiro de Düsseldorf de Fritz Lang
# Dr Terror´s house of horrors (Doctor Terror) (1965) de Freddie Francis
# The fearless vampire killers (El baile de los vampiros) (1967) de Roman Polasnki
# El conde Drácula (1969) de Jesús Franco
# Drácula y las mellizas de John Hough
# The vampire lovers (1970) de Roy Ward Baker
# The house that dripped blood (la mansión de los crímenes)(1970) de Peter Duffell
# Drácula contra Frankenstein (1971) de Jesús Franco
# The return of the vampire de Lew Landers
# Lust for a vampire (1971) de Jimmy Sangster
# La novia ensangrentada (1972) de Vicente Aranda
# Kronos (1973) de Brian Clemens
# Lo viajeros de la noche (1987) de Kathryn Bigelow
# Drácula de Bram Stoker (1991) de Francis Ford Coppola
# Interview with the vampire (1994) de Neil Jordan
# Shadow of the vampire (2000) de E. Elias Merhige

Fuente: http://www.angelfire.com/emo/especiales/vampiros.html

lunes, 5 de julio de 2010

Sólo quiero...


No te pido nada, no quiero el Poder Oscuro, ni beber tu sangre.
Sólo quiero estar contigo, que me hables, que me mires.
Ser tu preferida, que te alimentes de mí si es necesario.
Velar tu sueño durante el día,
contarte cómo es el sol, guardarte recuerdos de lo que ya no puedes vivir.
Caminar a tu lado, seguir tus pasos,
encontrarte por casualidad cada noche.
Que cuides de mí mientras duermo.

Te deseo como mi ángel vampiro y sólo eso me hará feliz.
Que me cuentes cómo fue la vida hace 100 años.
Deseo escuchar tus historias, cómo llegaste hasta aquí y por qué.
No quiero otra cosa que estar a tu lado
ser tu alimento y sentir tu amor.