jueves, 19 de agosto de 2010

Historia..






- No, no me mires con esa cara de víctima, de pobre desgraciada, en ese momento era esto o tu vida.

- ¿Acaso yo te pedí que me conviertas en este monstruo? ¿Qué impidieras que volviera a ver el sol? Yo que adoraba el día, que disfrutaba de la luz, fui condenada a padecer la oscuridad, a pasarme entre las tinieblas de la noche. Muchas veces creo que hubiera preferido morir.

- Desagradecida! Y yo creyendo que serías feliz, que alguien tan bello, con esos ojos profundos, valoraría el hecho de estar viva. A pesar de que no tengas un corazón latiendo en tu pecho y tu fiel esté fría como el mármol, ganaste esa inmortalidad que tantas veces pedías.

- No era esta inmortalidad la que quería. ¿Para qué vivir sin corazón, si ese ser para el que creí estar destinada ya no está?

- Maldita! Quiero cree que hoy dices todo eso porque estás enojada, porque te levantaste con nostalgia de tus días de humana, con ansias de sol, con tristeza de camina entre ellos sin sentir la sed de su sangre, sin verlos como los que te alimentarán. ¿Ya olvidaste lo que me agradeciste? ¿Tus besos y la gratitud?
Sé que pronto pasarás de este círculo al siguiente. pero no puedo seguir en este ir y venir, o me amas y me agradeces tu vida o me odias y te marchas para siempre.
Si querés morir no tenés más que esperar al mediodía y pararte frente al sol y morirás, como aquella noche en que te encontré agonizando, desangrándote, ¿o ya te olvidaste de eso?
Hoy te volviste egoísta y me odias porque salvé tu vida. Esperá al Rey Sol y morite quemada en su abrazo, pero basta de este juego, basta de esta tortura. No me merezco ese trato porque siempre te he amado y construí un altar para vos.
¡Quedate o andate ya! No quiero más esto...
Y ahora llorás, te arrepentís, comenzarás con lo de siempre, con las eternas disculpas, con las falsas promesas. Pero esta vez soy yo el que dice basta, el que e pide que te decidas, el que aún sin corazón ama y te ama, pero necesito tu amor para continuar y no me lo estás dando.
¿Quién te alimentó cuando te negabas a tomar la sangre caliente que te mantendría con vida? ¿Quién esperó cada noche que te recuperaras y abrieras los ojos? Yo, y hoy soy el miserable que te mantuvo con vida y te convirtió en lo que hoy sos.
No,reina, esto no es un juego, no espero tu gratitud pero tampoco creo que merezca tu odio, sólo quería tu amor y alguien con quién compartir la eternidad.

Salí callado y enojado, este jueguito me lastimaba y era el momento de ponerle punto final. Esta noche buscaría un lugar donde dormir y me marcharía para siempre. Ya bastante tenía con ser un vampiro para todavía cargar con el no amor de ella.

Fin.