Buscándote

Te busco, en la oscuridad de la noche, transitando calles que apenas conozco, cruzándome con desconocidos a los que miro tímidamente esperando encontrar tu piel pálida y tus ojos penetrantes pero no sos vos.
Me pregunto si acaso debería estar poniendo en juego mi vida de esta manera, pero no importa, sólo quisiera saber de vos, y dónde has estado todos estos días.
Me siento cansada, pero continúo, en algún lugar debés estar pero no sé dónde.
Y mi mente me pregunta cómo puedo saber quién sos si no te conozco, pero estoy segura que cuando dé contigo sabré que sos vos.
Desde aquel día en que te conocí mi mente no hace otra cosa que recordarte. ¿Evocar qué? Si apenas cruzamos un par de palabras en la más absoluta oscuridad y lo único que vi fueron tus ojos penetrantes.
Cómo es posible sentirme atraída por alguien con quien sólo he cruzado un par de palabras. Y ahí está mi corazón palpitando con tu recuerdo.
Mientras rastreo las calles me río para mis adentros, pensando qué verdad existe en eso de que los cazadores seducen a sus presas hasta que las hacen caer. Y yo he dejado cautivarme por tus palabras, por tu hechizo.
Se acerca el alba y aquí en esta torre de donde puedo ver la ciudad entera no logro hallarte y te irás a dormir con la llegada del sol y aquí estoy con mi cuello expuesto para ser mordido, entregando mi sangre y jugando con mi suerte. Extraño entretenimiento, exponer mi vida a cambio de encontrarte y ser feliz por un momento.
No, no me importa saber si me elegirás para ser tu eterna compañera o sólo seré un bocadillo de unas horas. Es preferible morir en tus brazos, sentir como mi vida se va en cada latido, a soportar una existencia vacía sin vos.
El sol asoma en el horizonte y no he podido tropezar contigo.
Esperaré a esta noche para volver a descubrir dónde podés estar.
Y así pasaré mis noches buscándote para darle un sentido a mis días porque sin vos mi vida no lo tiene.